Tres veces te dije que te ocuparas de tus cosas. Tres veces te lo pedí. Sin siquiera voltear a verme, me ignoraste y seguiste con tu lista de acusaciones. Tus recriminaciones llegaron al límite. Me hastiaron tus miradas y tus muecas. Solamente sentí un calor interno y de pronto, ya no supe de mí. Lo próximo que recuerdo son los jirones de tu cuerpo enredados entre mis manos. Te lo pedí ¿Recuerdas? Ahora deberás escuchar mis recriminaciones sin que puedas contestarme nada. Hasta que los ojos se te pongan en blanco y sólo puedas mover la cabeza para asentir a todo lo que te diga.

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Simply. I feel not worthy. Why? Is not that simple. I walk the earth feeling the air for just a trace. Just an essence. A fresh air that belongs to the land I call home. A labyrinth that opens inside out, a figure that stands alone in the top of the hill, a rain that makes me grow green. A mask, a disguise, a dagger I use to dissect everything. But still I wonder...

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If we are a metaphor of the universe, the human couple is the metaphor par excellence, the point of intersection of all forces and the seed of all forms. The couple is time recaptured, the return to the time before time.
Octavio Paz

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Lying on the floor I found that I was expecting a change. A change of colors, maybe a change of mood, and certainly a change of weather. And just instantly, I became aware of your blindness. Your eyes are two simple spots for a taste. Two runes that describe my travel through earth. Two lights that embrace my future with both hands. A wild river runs through my spine. This certainly is the dawn of a man.

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Life itself is a quotation.
Jorge Luis Borges

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I forgive your answer to my pain,
I forgive you about taking me away,
as i sadly watch you passing by
as you smile and say
I told you i Forgive you
Exactly,
thats the exactly size of my heart,
peeling
whispering around,
your lips,
your wings,
the exactly size of that mirror image
telling me,
mumbling me,
dispelling me
Just a postcard from the end
black & white
a window that shows me
Exactly!!
the exactly size of your mirror image

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Los trasnochados, como siempre, se sentían a sus anchas en las venas abiertas de la ciudad. Se negaban a dar su brazo a torcer mientras demabulaban en busca "de qué hacer". De las manzanas podridas se podía decir todo, cualquier cosa. Incluso había quien se sentía con el derecho de juzgar por su posición de "persona decente", "juiciosa", la acción más trivial. Perros baratos ¿Para qué invadían ese espacio sagrado? ¿Qué no tenían cosas más importantes y apremiantes que hacer? ¿La trascendencia histórica de su vida -sobre la cual giraba el universo entero- no tenía elementos más importantes que registrar?
Por cantar tres corridos en Garibaldi, comer caldos de gallina e ir a ver cantar a "Paquita la del barrio", ya se sentían bohemios experimentados, capaces de negar o afirmarlo todo. Para llegar hasta allá, en primera, es necesario tener llagas abiertas y preguntarte hasta el hartazgo -sin solución posible- el porqué de las cosas, la gente y los lugares. Si eres un reflejo, si únicamente eres uno más en la gran urbe ó te ocultas poniéndote de rodillas en los rincones más obscuros, gimiendo.

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Te encuentras arrastrando los pies por la banqueta, llena de "algo", de ese espacio vacío bajo la lengua que se siente al salir a las calles durante la madrugada. Se supone que a esas "altas horas de la noche", la ciudad es de uno, pero se hallan -se los tiene uno que encontrar a fuerzas- intrusos que tratan de menguar la "ya de por si escasa tranquilidad" de nuestra conciencia. Hablar con ellos es como hablar con un pacheco. También ellos arrastran "algo" -la lengua- por lo cual es casi imposible entender lo que dicen, eso cuando logran juntar dos palabras para después vomitarlas en la alcantarilla. L(a)os divas que insultan a los que pasan cerca para que los "peles", porque han salido a hacer su acostumbrado trueque con sus pocas miserias. El "hambre" se les ve en los ojillos. Esos que sientes en la espalda una vez que has pasado de largo, para tratar de perderte -otra vez- en las calles que sientes tuyas, debajo de los zapatos. Al llegar a la esquina sientes algo descompuesto. Como que el reloj de alguien se detiene. Es la pinche alarma de alguien que tiene que irse a trabajar temprano. Y recuerdas que ese alguien podría ser "miguelito".

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Al principio parecía adecuado, limpio y conservador, pero al darse cuenta de la estupidez decidió arrojarse de lleno a la tarea de desaparecerlos a todos.Las casas se veían desde dentro. Sólo algunos grafitis escapaban a la destrucción del moho. De la gente sólo se podía decir que habitaban en ese sitio por costumbre. Esa fea costumbre de vivir sin conciencia. Sólo eran ecos de personas, de individuos. Muchos de ellos ni ruido hacían, sólo eran sombras de otro.

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Winds take me away from this earth and put some wonder in my eyes, some light. Winds that astonish me, opening my heart to life. Cords that pull my soul from the ground carrying me across the sky. Choices that around the corner don't look so bad, rather they seem like old pictures, degrading on the edges, but reminding me where the path began.

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Finally, I find something to put under the rug. A personal fear that opens the door. A piece of junk that gives cord to my heart, breaking the tears and the bars that surround this stretching lung. I hardly breath, but this thing will survive anyway. Longing for those days, the path lies waiting infront of my eyes, regarding for its looks in the mirror, shaping the way it stands in the doorway of the other side. It bends forward, gazing at me, asking me how I went this far without paying any attention. The heart's size is exactly as big as anyone knows: A fruit that decompose lying in the woods. As time goes by, the softer it gets, loosing its form, degrading until it transforms into "humus" for the next generation.Carving the soil brings me memories of forgotten sounds and fading tastes. Flavors of old, moments of past lives that come alive once more only through the glass.The birth is the hardest part of any arrival, but when the head passes through, the rest is much easier. First the shoulders, then the torax, the hips and finally the feet.

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